Crítica de 'Heretic'


¿Sois personas de fe? Sea cual sea la respuesta, aquí hay una invitación a profundizar en el tema y cuestionar o reafirmar creencias, pero sobre todo hay una propuesta de tensión y terror creada a partir de un guion plagado de diálogos inteligentes. Escrita y dirigida por Scott Beck y Bryan Woods, el dúo que creó 'Un lugar tranquilo', estamos ante una película hace uso de pocos personajes y aún menos escenarios. La historia se desarrolla a partir de dos jóvenes misioneras mormonas, interpretadas por Sophie Thatcher y Chloe East, que al llamar a la puerta equivocada se encuentran con el enigmático y perturbador señor Reed, que las invitará a pasar y sentirse cómodas en el salón de su lúgubre pero elegante hogar. Lo que comienza como una conversación educada se transforma rápidamente en un juego psicológico propio del mejor thriller; si se me permite la exageración, por momentos casi tan excelente como el de Alfred Hitchcock.

Más cercana a una 'Psicósis' que a 'La soga', pero aun así más ligada a la nueva corriente del cine de terror, de cineastas como Jordan Pelee o Ari Aster. 'Heretic' juega con la cámara, los silencios y las interpretaciones para alcanzar una sutileza que puede saber a poco a quienes buscan un terror basado en el horror más directo. Aunque en algunos momentos sí coquetea con dicho aspecto del miedo, otorga más importancia a no perder el rumbo de los temas que trata y perfilar los personajes durante las casi dos horas de metraje. 



Los elementos claustrofóbicos, además de la habilidad para engañar al espectador forzando lo justo y necesario, resultan indispensables para que la construcción narrativa del guion no quede en meros juegos de palabras. Las preguntas y reacciones de los personajes son suficientemente naturales para ser creíbles en todo momento, algo de lo que el género no puede presumir a menudo, y si algo intenta a toda costa la dirección de la película es llevar todos los elementos hacia un punto donde confluyan, hasta darle una forma personal y distinguible al resultado final.

Todo parece tener una forma muy homogénea, pero hay un elefante en la habitación, del cual es imposible no percatarse una vez llegamos a los primeros minutos de 'Heretic'. El ya nombrado Señor Reed está interpretado nada menos que por Hugh Grant. Hace años habría sido una señal inequívoca de que estamos ante una comedia, y aunque el personaje sonríe a menudo, no es por una sucesión de cómicas ocurrencias. Por momentos pareciera que el actor británico ha encontrado la horma de su zapato, y cuesta creer que estamos ante el mismo señor Grant que conocíamos.

Impulsado hacia la fama en los noventa con 'Cuatro bodas y un funeral' (Mike Newell, 1994), Hugh Grant ha declarado en alguna ocasión que se quedó demasiado tiempo centrado en hacer comedias románticas. No puede decirse que le fuera mal, con éxitos como 'Nothing Hill', 'El diario de Bridget Jones' o 'Love actually'. El precio del encasillamiento es que, cuando dejó de encajar en dichos papeles, su carrera se convirtió en un conjunto de intentos tímidos de encontrar un nuevo lugar propio. En 2015 y 2019 tuvo pequeños papeles en las excentricidades del director Guy Ritchie, con 'Operación U.N.C.L.E.' y 'The Gentlemen: los señores de la mafia. Esto le llevó a un rol más significativo en otra aventura del mismo director y guionista, 'Operación Fortune: el gran enigma' en 2023. Con ello comenzó una serie de actuaciones impensables para el joven Grant. Su inolvidable villano en 'Dungeons and Dragons: honor entre ladrones', junto al oompa loompa de 'Wonka' fueron un giro de 180 grados con respecto al perfil que le dio la fama décadas atrás. Ahora, con 'Heretic' eclipsa a cualquier otro aspecto de la película.



No solamente es una percepción personal, y es que este papel ha resultado ser el de mayor reconocimiento en toda su carrera. Nominado a mejor actor principal en los BAFTA, los Globos de Oro y los Critic's Choice Awards, entre muchas más nominaciones, queda más que claro: se trata del giro que necesitaba su carrera. No sería de extrañar verlo en algún personaje similar próximamente, y quizás viviendo la época dorada de su larga trayectoria. 

Tras conseguir cerca de 60 millones de dólares en las salas de cine, con apenas diez de presupuesto, es fácil llegar a la conclusión de que ha sido un éxito dentro de las apuestas de terror que suele distribuir A24. 'Heretic' es ese tipo de películas que muestra cómo con poco se puede hacer mucho, y que a veces la idea, esa idea principal sobre la que pivotar y desarrollar tus herramientas fílmicas, lo es todo. Apenas tiene punto débil alguno, más allá de las preferencias sobre si el final es adecuado o no. Los actos de la trama cumplen con su cometido ajustando la tensión y resolviendo dudas al mismo tiempo que creando otras, y no es tarea sencilla crear un ritmo tan ágil en una producción tan encorsetada. 

Es una de las mejores cintas del género en 2024, que llegó a España justo el día de año nuevo en 2025, y es lanzada en físico a finales de abril del mismo año. No hace ningún feo a la película decir que será recordada como uno de los momentos más brillantes, si no el que más, en la carrera de un actor tan consagrado como Hugh Grant. Es algo que ocurre pocas veces, y aunque espero que la ola de creatividad en la que está el actor continúe y llegue a cotas incluso más altas, dudo que su papel como señor Reed caiga en el olvido. 






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