Finalmente, el día ha llegado. La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood anunció un acuerdo histórico con YouTube que entrará en vigor en la edición número 101 de los premios, en 2029, y se extenderá como mínimo hasta 2033. Este pacto supone que la cadena ABC, que ha sido la encargada de retransmitir la gala desde 1976, emitirá por última vez los Óscar en 2028. El cambio no se limita únicamente a la ceremonia principal: todos los eventos relacionados con los premios, como la alfombra roja, el almuerzo de nominados, el Governors Ball y las galas técnicas, también estarán disponibles en la plataforma.
Para las nuevas generaciones puede ser normal lo de ver eventos en YouTube, pero este cambio en los Óscar es como cambiar algo que parecía históricamente establecido para siempre. La primera emisión televisada se realizó en 1953 a través de NBC, que mantuvo los derechos hasta 1960. Posteriormente, la gala pasó a manos de ABC, con un breve regreso a NBC en los años setenta, hasta que ABC consolidó su dominio desde 1976. Durante décadas, la ceremonia fue uno de los eventos televisivos más vistos en Estados Unidos y en el mundo, con retransmisiones en más de 70 países desde los años setenta. Sin embargo, la caída del consumo de televisión tradicional y la irrupción de las plataformas digitales han disminuido su impacto global.
En cuanto a las audiencias, los Óscar han experimentado una notable caída en las últimas décadas. En los años noventa y principios de los 2000, la gala superaba con frecuencia los 40 millones de espectadores en Estados Unidos. Sin embargo, en los últimos años las cifras se han reducido drásticamente. En 2021, la ceremonia alcanzó apenas 10,4 millones de espectadores, el peor dato de su historia. La Academia intentó revertir esta tendencia en 2024, logrando 19,5 millones de espectadores, y en 2025 la gala reunió a 19,7 millones, su mejor dato en cinco años. Estos repuntes se debieron en parte a la apertura hacia el streaming, con retransmisiones simultáneas en plataformas como Hulu y dispositivos móviles.
El traslado a YouTube busca precisamente ampliar el alcance y adaptarse a los nuevos hábitos de consumo. La audiencia potencial de la plataforma supera los 2.000 millones de usuarios, lo que permitirá que los Óscar se conviertan en un evento verdaderamente global y accesible. Nos atrevemos a asegurar que en 2029 tendrán la edición más vista de su historia. Este 2026, de momento, tendremos que recurrir al canal de suscripción habitual, que es diferente en cada país.
Todo parece estar cambiando en la industria a pasos agigantados. Incluso los Óscar, símbolo de la tradición cinematográfica, se suman a la innovación al abandonar la televisión abierta y apostar por un modelo digital global. La Academia espera que esta decisión revitalice el interés del público joven, tras tantos años intentándolo, y consolide la relevancia de la gala en un mundo donde las plataformas online y las aplicaciones para móviles dominan el consumo cultural.


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