Si hay una persona que debe haber cumplido casi todos sus sueños, esa es Tom Cruise. Sin embargo, según la publicación Page Six, parece que la política se ha interpuesto en su camino para uno de sus sueños más grandes, y no parece dispuesto a pasar por el aro.
La idea surgió en 2020, cuando se anunció que trabajaría con el director Doug Liman en una producción que involucraría a la NASA y a SpaceX de Elon Musk. El plan consistía en enviar a Cruise a bordo de una nave espacial para filmar escenas reales fuera de la Tierra, un hito sin precedentes en la historia del cine, aunque sería uno más en su historial. Sin embargo, el proyecto se ha visto frenado por múltiples obstáculos. Entre ellos destacan los elevados costos de producción, la complejidad técnica de coordinar un rodaje en órbita y la necesidad de contar con la aprobación de agencias espaciales y patrocinadores. Aunque Universal Pictures se mostró interesada en financiar la película, los avances han sido lentos y ahora sabemos el último gran obstáculo.
Al parecer dicho proyecto necesita aprobación del gobierno, aunque ya tuviera el apoyo de la NASA, como podía verse reflejado en unos posts en la red social Twitter (X) que ya han sido borrados. Una de las constantes de la carrera del actor es que siempre se ha mostrado neutral políticamente, y no parece que vaya a cambiar a estas alturas de la película, ni siquiera por uno de sus proyectos más soñados. La negativa de Cruise deja el proyecto en tierra de nadie, de momento. Esta producción iba a Doug Liman, que ya ha trabajado con Cruise en 'Al filo del mañana' y 'Barry Seal: el traficante'. Aunque en el pasado ha hecho declaraciones al respecto de la idea para la película, en el último año no ha vuelto a pronunciarse.
Recientemente, Tom Cruise ha rechazado públicamente la invitación de Donald Trump en el marco de los Kennedy Center Honors 2025. El evento, que tuvo lugar este mismo diciembre de 2025, planeaba reconocer su trayectoria junto a otras figuras como Sylvester Stallone y el grupo Kiss. Aunque oficialmente se habló de "conflictos de agenda", la decisión de Cruise ha sido interpretada como un gesto de distancia respecto al actual presidente y su gestión cultural. Incluso Trumo ha lanzado alguna indirecta no del todo amigable hacia Cruise, pero éste, de momento, parece inalterable. Lo que sí le mantuvo ocupado ha sido recoger por fin su Oscar honorífico, y es que Cruise no quiere saber nada de política, sólo de cine.
Es posible que Cruise simplemente se mantenga ocupado hasta que haya nuevas elecciones presidenciales, con la esperanza de no tener que reunirse con el siguiente presidente. Si lo que acabamos de saber es totalmente cierto, no tiene muchas más alternativas. Su viaje al espacio queda en pausa, esperando a que Tom Cruise pueda cumplirlo, y millones de espectadores estarán mientras tanto soñando con ello.


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